“Todo merece una segunda oportunidad”
Marta se incorporó a ALTEN hace relativamente poco, sumándose al equipo de Banco Sabadell como Quality Assurance funcional. Sin embargo, ha sido el tiempo suficiente para que se sienta a gusto y nos cuente su gran hobby: recuperar muebles. Todo empezó cuando aún estaba en la Universidad, cursando Empresa y Tecnología, momento en el que le dio una “segunda oportunidad” a un viejo cuadro y lo convirtió en un renovado espejo. Lo que en 2013 comenzase como un pasatiempo, se ha ido convirtiendo en un proyecto donde ha llegado a recuperar muebles por encargo.
P: Marta, ¿cuándo y por qué empiezas a desarrollar este bonito hobby?
R: En 2013, encontré tirado en el contenedor de basura de mi calle un enorme y horrible cuadro, pero con un marco muy bonito y elaborado. Aunque con algo de vergüenza, lo cogí, me lo llevé a casa, lo pinté de blanco y cambié el lienzo por un enorme espejo.
Con apenas un pincel y un pequeño bote de pintura quedó un espejo muy bonito, y después de esto ya no pude parar. ¡Es un vicio!
P: ¿Qué es lo que te aporta?
R: Me encanta poder darle una segunda oportunidad a un mueble que, en su estado actual, acabará en la basura. Además, tengo total libertad para hacer un mueble totalmente a mi gusto. Ah, y me encanta pintar, aunque lijar… ¡no tanto!
P: ¿Recuerdas el primer mueble que recuperaste? ¿Tiene algún sitio especial en casa?
R: El primer mueble que recuperé desde “ Fusta i Ferro” fue una mesita verde que después puse a la venta en una página web. No la tengo en casa, la vendí y se fue a una peluquería en Sitges. En ese entonces, no era muy rentable, creo que le dediqué más de diez horas para ganar alrededor de 20€.
P: ¿Cómo fue el proceso de crear tu blog y redes sociales?
R: Quería dar salida a los muebles que tenía ya recuperados, por lo que los puse en venta en portales de segunda mano. En seguida había gente interesada en ellos que me hacía muchísimas preguntas sobre el mueble o por si tenía más del mismo estilo. Por todo esto, acabé creando la página “Fusta i Ferro” en Facebook como soporte para todos aquellos que querían encontrar más información. Las redes sociales eran un canal perfecto para compartir mi trabajo, ya que así llegaba a muchísimas personas y, además, era gratuito.
Poco a poco fui ganando seguidores, fue entonces cuando creé el blog. Pasé de que las redes sociales fueran un soporte, al principal canal de venta, y de vender muebles recuperados, a recuperados por encargo.
P: ¿Cuándo das el salto de hobby a proyecto? ¿Qué te impulsó a hacerlo?
R: En 2014, viendo el éxito que tenían los muebles decidí empezar a recuperar por encargo. Por las mañanas, estudiaba en la universidad y por las tardes, recuperaba muebles.
Me encantaba ir los fines de semana a mercados de antigüedades para comprar muebles. Sin darme cuenta, pasé de pintar mesitas de noche a brocha a pintar vitrinas a pistola.
P: ¿Cómo es el proceso de recuperar un mueble antiguo?
R: Como breve resumen: se desmonta, se lija, hay que tratar la carcoma, limpiar el mueble, arreglar los desperfectos, imprimarlo, pulir las superficies, pintar, montar y, para finalizar, darle el acabado que más te guste.
Si quieres conocer más detalles de este proceso, os invito a ir visitar mi blog.
P: ¿Cómo podemos saber si nuestros muebles antiguos pueden ser recuperados o no?
R: Todo puede ser recuperado dándole un aspecto más actual y a nuestro gusto. Lo importante es saber si vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo. Los problemas más graves que suele tener un mueble antiguo son la carcoma, la falta de piezas y las chapas en mal estado.
P: En caso de que no se pueda recuperar un mueble, ¿le das una segunda utilidad escogiendo las partes que se pueden llegar a “salvar”?
R: Suelo guardar siempre los tiradores y las cerraduras, nunca se sabe cuándo lo puedes necesitar. También he hecho percheros con la moldura superior de las vitrinas antiguas.
P: ¿Cuál es tu consejo para dar un buen tratamiento al mobiliario?
R: Lo principal es tener una buena base. Todo tiene arreglo, pero si el mueble está en buenas condiciones el trabajo es mucho más sencillo. Además, utilizar materiales de calidad y herramientas adecuadas hace que el acabado sea mucho mejor. Lo demás es solo paciencia y tiempo, cualquiera que tenga interés y le ponga ganas puede hacerlo.